La pascua

Por: Hakham Meir Yosef Rekhavi

En el 5º día de Iyyar,*1 tanto según el calendario Caraíta verdadero basado en Aviv y según el calendario Rabínico, el Estado de Israel celebra su Día de Independencia. Hay desfiles, picnics, fiestas y fuegos artificiales demostraciones todas que expresan el orgullo nacional al ver cumplido el sueño Sionista de un Estado judío en Tierra de Israel después de casi 2,000 años. “Lo sembramos — dicen los políticos en sus discursos — con nuestro propio sudor y sangre, y contra viento y marea creamos una nación. Estamos orgullosos de ser Israelitas”.

Este estilo de celebración, ruidoso, ondeando banderas y orgulloso, capta algo del espíritu que llevó a una nación a declarar su independencia. Un espíritu similar surge en Francia el Día de la Bastilla y en U.S.A el 4 de julio así como en otras muchas naciones en sus cumpleaños. Estas celebraciones son seculares en su integridad, marcando una llamativa diferencia con el Día de la Independencia descrito en la Torá, nuestro verdadero Día de Independencia, un día llamado Pascua.

Podemos rastrear nuestro nacimiento como nación hasta un periodo oscuro, sumido en la noche, nuestro fin en Egipto (Éxodo, Capítulo 12). No hay desfiles, picnics, fiestas y fuegos artificiales para conmemorar este evento. Todo tiene lugar dentro de una casa, con una familia o manojo de familias reunidas alrededor de una mesa. Los participantes comparten una comida que consiste en un cordero asado, hierbas amargas y pan ázimo, mientras recitan partes de la Mikra que relatan las promesas de YHWH y los hechos relacionados con nuestra redención. Este Día de Independencia es un servicio dedicado a YHWH que manifestó su amor por su pueblo escogido liberándonos de la esclavitud. Cada artículo, el cordero asado, las hierbas amargas y el pan ázimo tienen su lugar y su importancia. No es una fiesta. Nacimos en la esclavitud, un hecho que ejerce una serena influencia y sitúa cualquier gloria posterior en la perspectiva correcta, un hecho que enseña humildad.

Más que nada, nuestro Día de Independencia, nuestra Fiesta de la Libertad expresa este hecho único: YHWH lo hizo. Ningún ejército combatió contra los poderosos Egipcios. La libertad llegó en la noche más oscura mientras las familias se agrupaban alrededor de la mesa de Pascua, sus equipajes listos, mientras esperaban la liberación. La liberación no sólo de la esclavitud del cuerpo y placeres físicos de la vida sino de la servidumbre espiritual. Cuando el tiempo de YHWH llegó, los captores Egipcios no sólo nos soltaron, sino que nos pidieron que nos fuéramos y nos colmaron de oro y riquezas. Nosotros recordamos ese evento con humildad y alabanza; no hay ningún motivo para el orgullo. Después, cuando Faraón cambió a su decisión y envió sus carros tras nuestras tribus que huían, YHWH pasó de nuevo. Todo Israel temblaba, dudaban de su libertad. Pero YHWH destruyó al gran ejército Egipcio demostrando que Él no permanece apartado y distante de los asuntos de la humanidad. Con los sucesos del Éxodo nosotros comprendimos que YHWH no sólo era una deidad nacional sino el Rey de toda la Creación, el Amo de la Historia y que YHWH es nuestro Salvador, solo Él.

Nosotros fuimos redimidos con un propósito, servir a YHWH y guardar su Torá. La verdadera libertad no es sólo la negación de la esclavitud, en cualquier forma que se manifieste, sino la aceptación voluntaria de una disciplina superior. Israel logró la libertad completa y verdadera en el Sinaí cuando aceptamos voluntariamente la disciplina exigida por la Torá. Se nos liberó del sometimiento a un amo terrenal para demostrar que somos dignos de ser el pueblo escogido para servir a YHWH. En consecuencia, la verdad se ha grabado en nosotros: ¡no hay libertad absoluta! Sólo es una opción de amos, podemos servir a YHWH y ser libres, o servir al hombre y ser esclavos.

En consecuencia, para nosotros, los hijos de Israel, la independencia de Egipto significa la dependencia de YHWH. Este modelo de dependencia debía continuar a lo largo del tiempo de nuestra estancia en el desierto. Cuando nos quedamos sin agua, YHWH nos la proporcionó. Cuando los suministros de comida fallaron, YHWH nos los proporcionó. Cuando los Amalecitas nos atacaron, YHWH nos socorrió. El Día de independencia pone el acento en una historia nacional, la historia nacional del pueblo escogido por YHWH, el pueblo de Israel, una historia nacional que es diferente a la historia de cualquier otra nación en la tierra ya que es la historia de la acción de YHWH. Una historia que se entrelaza intricadamente con los planes de YHWH para la humanidad, es una historia sagrada.

En referencia al Éxodo, YHWH en ciento cincuenta y seis ocasiones a lo largo de la Mikra se refiere a sí mismo como: «Yo soy YHWH tu Dios que te sacó de Egipto». De hecho, en relación a la esclavitud y al Éxodo se citan treinta y seis mandamientos de la Torá y treinta y un promulgaciones adicionales hacen referencia de paso a lo mismo. Así, este hecho ha ido grabando su importancia en la conciencia histórica de nuestro pueblo llegando a ser parte consustancial de nuestra naturaleza y no una mera casualidad, ya que «Así conocerán que yo soy YHWH, su Dios, que los saqué de la tierra de Misrayim .» (Ex. 29:46). La memoria de la opresión del pasado no se olvidaría, sino que debía ser rememorada en todas nuestras relaciones con nuestro compañero, permaneciendo como una marca contra la opresión y la perversión de la justicia, la esclavitud Egipcia es citada como el prototipo de la degradación humana: «Al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Misrayim .» (Ex. 22:21) YHWH creó a la humanidad con libertad de elección, libre albedrío para escoger lo bueno y rechazar el mal. Negar a uno esta capacidad sujetándole mediante subordinación a un mortal es un crimen contra él y contra YHWH que lo formó. La igualdad de derechos y privilegios debidos a cada miembro de la sociedad puede verse, por consiguiente, como la misma base de la Torá.

El sueño Sionista es, en palabras de David Ben-Gurion, para que seamos como otras naciones, justo lo contrario de lo que YHWH quiso para nosotros, «Vosotros me seréis un reino de sacerdotes y gente santa». (Ex. 19:6), «Santos seréis, porque santo soy yo, YHVH, vuestro Dios.». (Lev. 19:2) Por el descuido manifiesto de los mandamientos para cuyo cumplimiento Israel fue escogido, por la falsedad en las enseñanzas de la Torá, por el despliegue de tal conducta la asociación de YHWH con Israel cae en descrédito, el Dios de la historia es difamado y el propósito de la redención de Israel se anula. «Habló YHVH a Moshe y le dijo: «Habla a los hijos de Yisrael y diles: «Yo soy YHVH, vuestro Dios. «No haréis como hacen en la tierra de Misrayim , en la cual habitasteis. «No haréis como hacen en la tierra de Kena’an , a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos. «Mis ordenanzas pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos. Yo, YHVH, vuestro Dios. «Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, porque el hombre que los cumpla, gracias a ellos vivirá. Yo, YHVH.». (Lev. 18:1-5) nosotros somos sirvientes de YHWH y no sirvientes de leyes humanas.

Nota: El 5 de Iyyar es la fecha del Día de Independencia para el Estado Moderno de Israel.

Traducido por Baruj Prieto